S.M. Michelle I al filo del Jaque Mate

por Juan Jorge Faundes Merino (*) 

“Es obvio, Amaro,  que he estado golpeada por lo que ha pasado. Ha sido duro, como mujer, como madre y como Presidenta. Pero quiero decirle que tengo toda la entereza, que tengo toda la claridad de lo que hay que hacer. Tengo toda la fuerza y la energía para seguir trabajando por un Chile mejor durante los próximos tres años (…) Tenga la certeza de que las instituciones funcionan (…) y la institución Presidenta de la República también va a hacer lo que tiene que hacer. ” (Bachelet a TVN, 12/04/2015)

Tenía ya lista una columna sobre la teoría de la conspiración desplegada por
Natalia Compagnon (conocida en su barrio natal, según El Dínamo, como “seca  para el pool”) sobre que la crisis actual que afecta a la Presi es una magnífica carambola de la UDI, cuando se le ocurre morirse a Eduardo Galeano (a los 74, de cáncer al pulmón) y a Gunther Grass (a los 87, de una infección, aunque fumó pipa y ahora usaba un respirador artificial) y pasa como un relámpago por mi mente la idea de una conspiración transnacional de la gran burguesía tabacalera mundial contra las mentes lúcidas del planeta (felizmente ya no fumo). Hasta tenía el título, “Bachelet versus golpe blanco”, cuando Jota Jones, detective privado amigo, me dice que se viene hablando de la eventualidad de un golpe blanco al menos desde diciembre del año pasado, cuando todavía nada se sabía de los casos Penta, SQM y Caval.

El primero que habló del golpe blanco, me dice, fue Cristián Méndez, presidente de la Izquierda Ciudadana, IC, y hace poco el diputado PC Daniel Núñez, en su columna de Radio Cooperativa. Se imputa (para usar una palabra en boga) a la UDI y a la derecha el propósito de dejar aislada y sin mando efectivo a la Presi para contrarrestar las reformas del Programa que impactan en los intereses y negocios de la burguesía. Desde la derecha, Evelyn Matthei se fue de lengua y hace un par de semanas desde la revista Cosas dijo que “Va a haber un golpe blanco. Se van a tomar el gobierno, y ella va a quedar como Jefa de Estado, pero su mando como jefa de gobierno se va a ver muy disminuido.” Según ella, los “golpistas” son los partidos de la Nueva Mayoría. Según Jota Jones, en esa parada estarían Lagos, Insulza, Viera-Gallo y Escalona, y por cierto la DC y la vieja guardia de la Concertación. La IC, el MAS, el PC y los chascones, estarían sosteniendo a Bachelet y el Programa.

Aunque a Hernán Larraín la teoría de Compagnon le parezca “delirante”, Jota Jones dice que esta cobra verosimilitud, ya que la UDI habría usado la clásica estrategia ajedrecística de “sacrificar a la Dama” (el Grupo Penta, y sus eventuales aristas, como SQM), para dar jaque mate o al menos dejar ahogado al Rey (reina en este caso, Michelle I). Para ello, la jugada se inicia con un “caza-bobos”, ofrecer al pez (Natalia Compagnon) un señuelo (la oportunidad de un jugoso negocio especulativo en Machalí con Moreira y Longueira a través de un intermediario que los invisibilizaría). La pesca con mosca artificial consta en antiguos escritos orientales de 2000 años A.C. Cuando la jugada está lista, es sacrificada la Dama y se propina el jaque (el negocio de la nuera y el hijo). Ejemplos clásicos son The Immortal Game (Adolf Anderssen vs Lionel Kieseritsky, Londres, 1851), Siempreviva (Anderssen vs Dufresne, Berlín 1852) y A Night at the Opera (Paul Morphy vs Duke Karl, Paris 1858). Inclusive se ha llevado al cine.

Jota Jones cree que Bachelet (ver epígrafe) respondió a quienes por entre los
vericuetos de la burocracia son cómplices de la derecha esparciendo el rumor de que la Presidenta está emocionalmente muy mal y hay que relativizar sus instrucciones y decisiones. Entre los muros de La Moneda, sostiene, estaría desatada una pugna interna entre quienes quieren que renuncie Peñailillo y se ponga un ministro del Interior “portaliano”, con un rol de Jefe de Estado de facto. Michelle I sería, en sus planes, una Presidenta declarada incapaz en un proceso “ideológicamente falso” de interdicción política. 

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(*)Juan Jorge Faundes Merino (1946). Periodista. Magíster en Literatura. Este relato fue publicado en la revista Punto Final, abril 2015.